2 Samuel 14:11

11 Luego ella dijo:
—Por favor, júreme por el Señor
su Dios que no dejará que nadie tome venganza contra mi hijo. No quiero más derramamiento de sangre.
—Tan cierto como que el Señor
vive —le respondió—, ¡no se tocará ni un solo cabello de la cabeza de tu hijo!

2 Samuel 14:11 Meaning and Commentary

2 Samuel 14:11

Then said she, I pray thee, let the king remember the Lord thy
God
Who is a God gracious and merciful, and imitate him in showing mercy to the distressed; pitying their case, having compassion upon them, and relieving them, as she hoped he would commiserate her case, and provide for the safety of her son. Some think she desires not only to give his word, but his oath, for her son's safety: "remember the Lord thy God"; i.e. make mention of him, as men do when they swear by him; swear to me by the Lord thy God:

that thou wouldest not suffer the revengers of blood to destroy any
more, lest they destroy my son,
or, "from multiplying the avenger of blood" ^F15; that there might not rise one after another to destroy her son: her meaning is, that the king would swear to her, and give out a general prohibition, an universal edict, that no one should slay her son; otherwise if only the avenger of blood that was next of kin was forbidden, others would rise up one after another, so that he would never be in safety:

and he said, [as] the Lord liveth;
if she desired an oath, he granted her request, and swore by the living God:

there shall not one hair of thy son fall to the earth;
so far shall his life be from being touched, or taken away, that the least hurt shall not be done him, as this proverbial expression signifies.

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FOOTNOTES:

F15 (Mdh lag twbrhm) "a multiplicando redemptorem sanguinis", Montanus; so the Tigurine version.

2 Samuel 14:11 In-Context

9 —¡Oh gracias, mi señor el rey! —le respondió la mujer de Tecoa—. Si lo critican por ayudarme, que la culpa caiga sobre mí y sobre la casa de mi padre, y que el rey y su trono sean inocentes.

10 —Si alguien se opone —le dijo el rey—, tráemelo. ¡Te aseguro que nunca más volverá a molestarte!

11 Luego ella dijo:
—Por favor, júreme por el Señor
su Dios que no dejará que nadie tome venganza contra mi hijo. No quiero más derramamiento de sangre.
—Tan cierto como que el Señor
vive —le respondió—, ¡no se tocará ni un solo cabello de la cabeza de tu hijo!

12 —Por favor, permítame preguntar una cosa más a mi señor el rey —dijo ella.
—Adelante, habla —respondió él.

13 Ella contestó:
—¿Por qué no hace por el pueblo de Dios lo mismo que prometió hacer por mí? Se ha declarado culpable a sí mismo al tomar esta decisión, porque ha rehusado traer a casa a su propio hijo desterrado.