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Al oír Salomón que Simí había ido de Jerusalén a Gat y había regresado,
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lo mandó llamar y le dijo:—Yo te hice jurar por el SEÑOR, y te advertí: “El día que salgas a cualquier lugar, podrás darte por muerto”. Y tú dijiste que estabas de acuerdo y que obedecerías.
43
¿Por qué, pues, no cumpliste con tu juramento al SEÑOR ni obedeciste la orden que te di?
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El rey también le dijo a Simí:—Tú bien sabes cuánto daño le hiciste a mi padre David; ahora el SEÑOR se vengará de ti por tu maldad.
45
En cambio, yo seré bendecido, y el trono de David permanecerá firme para siempre en presencia del SEÑOR.