8
Toda la familia de Acab perecerá, pues de sus descendientes en Israel exterminaré hasta el último varón, esclavo o libre.
9
Haré con ellos lo mismo que hice con la familia de Jeroboán hijo de Nabat y con la familia de Basá hijo de Ahías.
10
Y en cuanto a Jezabel, los perros se la comerán en el campo de Jezrel, y nadie le dará sepultura”».Acto seguido, el profeta abrió la puerta y huyó.
11
Cuando Jehú salió para volver a reunirse con los capitanes, uno de ellos le preguntó:—¿Todo bien? ¿Qué quería ese loco?—Ustedes ya lo conocen —respondió—, y saben cómo habla.
12
—¡Pamplinas! —replicaron—. Dinos la verdad.Jehú admitió:—Esto es lo que me declaró, palabra por palabra: “Así dice el SEÑOR: ‘Ahora te unjo como rey de Israel’”.