8
Bastó un soplo de tu narizpara que se amontonaran las aguas.Las olas se irguieron como murallas;¡se inmovilizaron las aguas en el fondo del mar!
9
«Iré tras ellos y les daré alcance—alardeaba el enemigo—.Repartiré sus despojoshasta quedar hastiado.¡Desenvainaré la espaday los destruiré con mi propia mano!»
10
Pero con un soplo tuyo se los tragó el mar;¡se hundieron como plomo en las aguas turbulentas!
11
¿Quién, SEÑOR, se te compara entre los dioses?¿Quién se te compara en grandeza y santidad?Tú, hacedor de maravillas,nos impresionas con tus portentos.
12
Extendiste tu brazo derecho,¡y se los tragó la tierra!