8
El pueblo salía a recogerlo, y lo molía entre dos piedras, o bien lo machacaba en morteros, y lo cocía en una olla o hacía pan con él. Sabía a pan amasado con aceite.
6
Pero ahora, tenemos reseca la garganta; ¡y no vemos nada que no sea este maná!»
7
A propósito, el maná se parecía a la semilla del cilantro y brillaba como la resina.
8
El pueblo salía a recogerlo, y lo molía entre dos piedras, o bien lo machacaba en morteros, y lo cocía en una olla o hacía pan con él. Sabía a pan amasado con aceite.
9
Por la noche, cuando el rocío caía sobre el campamento, también caía el maná.
10
Moisés escuchó que las familias del pueblo lloraban, cada una a la entrada de su tienda, con lo cual hacían que la ira del SEÑOR se encendiera en extremo. Entonces, muy disgustado,