1 Crónicas 22; 1 Crónicas 23; 1 Crónicas 24; Juan 8:28-59

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1 Crónicas 22

1 Entonces David dijo: Esta es la casa del SEÑOR Dios, y este es el altar del holocausto para Israel.
2 Y dio órdenes David de reunir a los extranjeros que estaban en la tierra de Israel, y designó canteros para labrar piedras para edificar la casa de Dios.
3 Preparó David grandes cantidades de hierro para hacer clavos para las puertas de la entrada y para las grapas, y más bronce del que podía pesarse;
4 y madera de cedro incalculable, porque los sidonios y los tirios trajeron grandes cantidades de madera de cedro a David.
5 Y dijo David: Mi hijo Salomón es joven y sin experiencia, y la casa que ha de edificarse al SEÑOR será de gran magnificencia, de renombre y de gloria por todas las tierras. Por tanto haré preparativos para ella. Y David hizo grandes preparativos antes de su muerte.
6 Entonces llamó a su hijo Salomón, y le encargó que edificara una casa al SEÑOR, Dios de Israel.
7 Y dijo David a Salomón: Hijo mío, yo tenía el propósito de edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios.
8 Pero vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: "Tú has derramado sangre en abundancia, y has emprendido grandes guerras; no edificarás una casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.
9 "He aquí, te nacerá un hijo, que será hombre de paz; yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor, pues Salomón será su nombre y en sus días daré paz y reposo a Israel.
10 "El edificará una casa a mi nombre, y él será mi hijo y yo seré su padre; y estableceré el trono de su reino sobre Israel para siempre."
11 Ahora pues, hijo mío, el SEÑOR sea contigo para que prosperes y edifiques la casa del SEÑOR tu Dios tal como El ha hablado de ti.
12 Que el SEÑOR te dé prudencia y entendimiento, y te dé dominio sobre Israel, para que guardes la ley del SEÑOR tu Dios.
13 Entonces prosperarás, si te cuidas de observar los estatutos y ordenanzas que el SEÑOR ordenó a Moisés para Israel. Esfuérzate y sé valiente, no temas ni te acobardes.
14 He aquí, con grandes esfuerzos he preparado para la casa del SEÑOR cien mil talentos de oro y un millón de talentos de plata, y bronce y hierro sin medida, porque hay en abundancia; también he preparado madera y piedra, a lo cual tú podrás añadir.
15 Además, contigo hay muchos obreros, canteros, albañiles, carpinteros y todo experto en toda clase de obra.
16 Del oro, de la plata, del bronce y del hierro no hay límite. Levántate y trabaja, y que el SEÑOR sea contigo.
17 David también ordenó a todos los jefes de Israel que ayudaran a su hijo Salomón, diciendo:
18 ¿No está con vosotros el SEÑOR vuestro Dios? ¿Y no os ha dado paz por todos lados? Pues El ha entregado en mi mano a los habitantes de la tierra, y la tierra está sojuzgada delante del SEÑOR y delante de su pueblo.
19 Disponed ahora vuestro corazón y vuestra alma para buscar al SEÑOR vuestro Dios; levantaos, pues, y edificad el santuario del SEÑOR Dios, para que traigáis el arca del pacto del SEÑOR y los utensilios sagrados de Dios a la casa que se ha de edificar para el nombre del SEÑOR.
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1 Crónicas 23

1 Cuando David era ya viejo y colmado de días, puso a su hijo Salomón como rey sobre Israel.
2 Y reunió a todos los principales de Israel con los sacerdotes y los levitas.
3 Los levitas fueron contados de treinta años para arriba, y su número, según el censo de los hombres, fue de treinta y ocho mil.
4 De éstos, veinticuatro mil debían dirigir la obra de la casa del SEÑOR, seis mil eran oficiales y jueces
5 cuatro mil eran porteros y cuatro mil alababan al SEÑOR con los instrumentos que David había hecho para rendir alabanza.
6 Y David los dividió en clases conforme a los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari.
7 De los de Gersón fueron Laadán y Simei.
8 Los hijos de Laadán fueron Jehiel el primero, Zetam y Joel: tres.
9 Los hijos de Simei fueron Selomit, Haziel y Harán: tres. Estos fueron los jefes de las casas paternas de Laadán.
10 Y los hijos de Simei fueron Jahat, Zina, Jeús y Bería. Estos cuatro fueron los hijos de Simei.
11 Jahat fue el primero y Zina el segundo; pero Jeús y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual constituyeron una casa paterna, un grupo.
12 Los hijos de Coat fueron cuatro: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel.
13 Los hijos de Amram fueron Aarón y Moisés. Y Aarón fue separado para ser santificado como el más santo, él y sus hijos para siempre, para quemar incienso delante del SEÑOR, para servirle y para bendecir en su nombre para siempre.
14 Mas en cuanto a Moisés el hombre de Dios, sus hijos fueron contados entre la tribu de Leví
15 Los hijos de Moisés fueron Gersón y Eliezer.
16 El hijo de Gersón fue Sebuel el jefe.
17 Y el hijo de Eliezer fue Rehabías el jefe; y Eliezer no tuvo más hijos, pero los hijos de Rehabías fueron muchos.
18 El hijo de Izhar fue Selomit el jefe.
19 Los hijos de Hebrón fueron Jerías el primero, Amarías el segundo, Jahaziel el tercero, y Jecamán el cuarto
20 Los hijos de Uziel fueron Micaía el primero, e Isías el segundo.
21 Los hijos de Merari fueron Mahli y Musi. Los hijos de Mahli fueron Eleazar y Cis
22 Y Eleazar murió y no tuvo hijos, sino sólo hijas, de modo que sus parientes, los hijos de Cis, las tomaron por mujeres.
23 Los hijos de Musi fueron tres: Mahli, Eder y Jeremot.
24 Estos fueron los hijos de Leví conforme a sus casas paternas, es decir, los jefes de las casas paternas de los que fueron contados, en la cuenta de nombres según su censo, de veinte años para arriba, los cuales hacían la obra del servicio de la casa del SEÑOR.
25 Porque dijo David: El SEÑOR, Dios de Israel, ha dado reposo a su pueblo, y El habita en Jerusalén para siempre.
26 Y además los levitas ya no tendrán que llevar el tabernáculo y todos los utensilios para su servicio.
27 Pues de acuerdo con las últimas palabras de David, los hijos de Leví fueron contados de veinte años para arriba;
28 porque su oficio era ayudar a los hijos de Aarón en el servicio de la casa del SEÑOR, en los atrios y en las cámaras y en la purificación de todas las cosas sagradas y en la obra del servicio de la casa de Dios;
29 y también con los panes de la proposición, la flor de harina para la ofrenda de cereal, los hojaldres sin levadura, lo preparado en sartén, lo bien mezclado y todas las medidas de capacidad y longitud.
30 Y han de estar presentes cada mañana para dar gracias y para alabar al SEÑOR, y asimismo por la noche,
31 y para ofrecer todos los holocaustos al SEÑOR todos los días de reposo, las lunas nuevas y las fiestas señaladas según el número fijado por la ordenanza que las prescribe, continuamente delante del SEÑOR.
32 Así estarán encargados de la custodia de la tienda de reunión, de la custodia del lugar santo y de la custodia de los hijos de Aarón sus parientes, para el servicio de la casa del SEÑOR.
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1 Crónicas 24

1 Y estas fueron las clases de los descendientes de Aarón. Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
2 Pero Nadab y Abiú murieron antes que su padre y no tuvieron hijos. De modo que Eleazar e Itamar sirvieron como sacerdotes.
3 Y David, con Sadoc de los hijos de Eleazar y Ahimelec de los hijos de Itamar, los dividió según sus oficios para su ministerio.
4 Puesto que se encontraron más hombres principales entre los descendientes de Eleazar que entre los descendientes de Itamar, los dividieron así: de los descendientes de Eleazar, dieciséis jefes de casas paternas, y ocho de los descendientes de Itamar según sus casas paternas.
5 Así fueron divididos por suerte los unos y los otros; porque eran funcionarios del santuario y funcionarios de la casa de Dios, tanto los descendientes de Eleazar como los descendientes de Itamar.
6 Y Semaías, hijo del escriba Natanael, de los levitas, los inscribió en la presencia del rey, los príncipes, el sacerdote Sadoc, Ahimelec, hijo de Abiatar, y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y de los levitas; una casa paterna designada para Eleazar y otra designada para Itamar.
7 La primera suerte tocó a Joiarib, la segunda a Jedaías,
8 la tercera a Harim, la cuarta a Seorim,
9 la quinta a Malquías, la sexta a Mijamín,
10 la séptima a Cos, la octava a Abías,
11 la novena a Jesúa, la décima a Secanías,
12 la undécima a Eliasib, la duodécima a Jaquim,
13 la decimotercera a Hupa, la decimocuarta a Jesebeab,
14 la decimoquinta a Bilga, la decimosexta a Imer,
15 la decimoséptima a Hezir, la decimoctava a Afisés,
16 la decimonovena a Petaías, la vigésima a Hezequiel,
17 la vigesimoprimera a Jaquín, la vigesimosegunda a Gamul,
18 la vigesimotercera a Delaía, la vigesimocuarta a Maazías.
19 Estos fueron sus deberes para su ministerio cuando entraron en la casa del SEÑOR según la ordenanza que les fue dada por medio de su padre Aarón, tal como el SEÑOR, Dios de Israel, le había mandado.
20 Y para el resto de los hijos de Leví: de los hijos de Amram, Subael; de los hijos de Subael, Jehedías.
21 De Rehabías: de los hijos de Rehabías, Isías el primero.
22 De los izharitas, Selomot; de los hijos de Selomot, Jahat.
23 Y de los hijos de Hebrón: Jerías el primero, Amarías el segundo, Jahaziel el tercero, Jecamán el cuarto.
24 De los hijos de Uziel, Micaía; de los hijos de Micaía, Samir.
25 El hermano de Micaía, Isías; de los hijos de Isías, Zacarías.
26 Los hijos de Merari: Mahli y Musi; de los hijos de Jaazías, Beno.
27 Los hijos de Merari por Jaazías: Beno, Soham, Zacur e Ibri.
28 Por Mahli: Eleazar, que no tuvo hijos.
29 Por Cis: de los hijos de Cis, Jerameel.
30 Y los hijos de Musi: Mahli, Edar y Jerimot. Estos fueron los hijos de los levitas conforme a sus casas paternas.
31 Estos también echaron suertes como sus parientes, los hijos de Aarón, en la presencia del rey David, de Sadoc, de Ahimelec y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y de los levitas; el principal de las casas paternas fue tratado igual que el menor de sus hermanos.
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Juan 8:28-59

28 Por eso Jesús dijo: Cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces sabréis que yo soy y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó.
29 Y El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo siempre hago lo que le agrada.
30 Al hablar estas cosas, muchos creyeron en El.
31 Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en El: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos;
32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
33 Ellos le contestaron: Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?
34 Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado;
35 y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre.
36 Así que, si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.
37 Sé que sois descendientes de Abraham; y sin embargo, procuráis matarme porque mi palabra no tiene cabida en vosotros.
38 Yo hablo lo que he visto con mi Padre; vosotros, entonces, hacéis también lo que oísteis de vuestro padre.
39 Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo<***>: Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
40 Pero ahora procuráis matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Esto no lo hizo Abraham.
41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Ellos le dijeron: Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, es decir, Dios.
42 Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo salí de Dios y vine de El, pues no he venido por mi propia iniciativa, sino que El me envió.
43 ¿Por qué no entendéis lo que digo? Porque no podéis oír mi palabra.
44 Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.
45 Pero porque yo digo la verdad, no me creéis.
46 ¿Quién de vosotros me prueba que tengo pecado? Y si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
47 El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Dios.
48 Contestaron los judíos, y le dijeron: ¿No decimos con razón que tú eres samaritano y que tienes un demonio?
49 Jesús respondió: Yo no tengo ningún demonio, sino que honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis a mí.
50 Pero yo no busco mi gloria; hay Uno que la busca, y juzga.
51 En verdad, en verdad os digo que si alguno guarda mi palabra, no verá jamás la muerte.
52 Los judíos le dijeron: Ahora sí sabemos que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas, y tú dices: "Si alguno guarda mi palabra no probará jamás la muerte."
53 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham que murió? Los profetas también murieron; ¿quién crees que eres?
54 Jesús respondió: Si yo mismo me glorifico, mi gloria no es nada; es mi Padre el que me glorifica, de quien vosotros decís: "El es nuestro Dios."
55 Y vosotros no le habéis conocido, pero yo le conozco; y si digo que no le conozco seré un mentiroso como vosotros; pero sí le conozco y guardo su palabra.
56 Vuestro padre Abraham se regocijó esperando ver mi día; y lo vio y se alegró.
57 Por esto los judíos le dijeron: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?
58 Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy.
59 Entonces tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo .
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