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Nunca he vivido en una casa, desde el día en que saqué a los israelitas de Egipto hasta el día de hoy, sino que mi hogar ha sido una carpa, trasladada de un lugar a otro en un tabernáculo.
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«Ve y dile a mi siervo David: “Esto ha declarado el Señor : no serás tú el que construya una casa en la que yo viva.
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Nunca he vivido en una casa, desde el día en que saqué a los israelitas de Egipto hasta el día de hoy, sino que mi hogar ha sido una carpa, trasladada de un lugar a otro en un tabernáculo.
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Sin embargo, no importa dónde haya ido con los israelitas, ni una sola vez me quejé ante los líderes de Israel, los pastores de mi pueblo. Nunca les pregunté: ‘¿Por qué no me han construido una hermosa casa de cedro?’”.
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»Ahora ve y dile a mi siervo David: “Esto ha declarado el Señor de los Ejércitos Celestiales: te saqué de cuidar ovejas en los pastos y te elegí para que fueras el líder de mi pueblo Israel.