Saying, let us alone Not that there were more spirits in him than one, as the whole account shows; but he includes the rest of the devils in that country; (See Gill on Mark 1:24).
32
Allí también la gente quedó asombrada de su enseñanza, porque hablaba con autoridad.
33
Cierta vez que Jesús estaba en la sinagoga, un hombre poseído por un demonio, un espíritu maligno, comenzó a gritarle a Jesús:
34
—¡Vete! ¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!
35
—lo interrumpió Jesús y le ordenó—: En ese mismo momento, el demonio arrojó al hombre al suelo mientras la multitud miraba; luego salió de él sin hacerle más daño.
36
La gente, asombrada, exclamó: «¡Qué poder y autoridad tienen las palabras de este hombre! Hasta los espíritus malignos le obedecen y huyen a su orden».