Juan 10:32-42

32 Jesús dijo:
33 —No te apedreamos por ninguna buena acción, ¡sino por blasfemia! —contestaron—. Tú, un hombre común y corriente, afirmas ser Dios.
34 Jesús respondió:
35 Y ustedes bien saben que las Escrituras no pueden ser modificadas. Así que, si a las personas que recibieron el mensaje de Dios se les llamó “dioses”,
36 ¿por qué ustedes me acusan de blasfemar cuando digo: “Soy el Hijo de Dios”? Después de todo, el Padre me separó y me envió al mundo.
37 No me crean a menos que lleve a cabo las obras de mi Padre;
38 pero si hago su trabajo, entonces crean en las obras milagrosas que he hecho aunque no me crean a mí. Entonces sabrán y entenderán que el Padre está en mí y yo estoy en el Padre.
39 Una vez más trataron de arrestarlo, pero él se escapó y los dejó.
40 Se fue al otro lado del río Jordán, cerca del lugar donde Juan bautizaba al principio, y se quedó un tiempo allí.
41 Y muchos lo siguieron. «Juan no hacía señales milagrosas —se comentaban unos a otros—, pero todo lo que dijo acerca de este hombre resultó ser cierto».
42 Y muchos de los que estaban allí creyeron en Jesús.
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