Juan 6:56-66

56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.
57 Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
58 Este es el pan que descendió del cielo; no como el que vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.
59 Esto dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Capernaúm.
60 Por eso muchos de sus discípulos, cuando oyeron esto, dijeron: Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla?
61 Pero Jesús, sabiendo en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza?
62 ¿Pues qué si vierais al Hijo del Hombre ascender adonde antes estaba?
63 El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
64 Pero hay algunos de vosotros que no creéis. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que le iba a traicionar.
65 Y decía: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo ha concedido el Padre.
66 Como resultado de esto muchos de sus discípulos se apartaron y ya no andaban con El.
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