Lamentaciones 2:8-18

8 El SEÑOR determinó destruir la muralla de la hija de Sion; ha extendido el cordel, no ha retraído su mano de destruir, y ha hecho que se lamenten el antemuro y el muro; a una desfallecen.
9 Se han hundido en la tierra sus puertas, El ha destruido y quebrado sus cerrojos. Su rey y sus príncipes están entre las naciones; ya no hay ley; tampoco sus profetas hallan visión del SEÑOR.
10 En tierra están sentados, en silencio, los ancianos de la hija de Sion. Han echado polvo sobre sus cabezas, se han ceñido de cilicio. Han inclinado a tierra sus cabezas las vírgenes de Jerusalén.
11 Mis ojos se consumen por las lágrimas, hierven mis entrañas; mi hiel se derrama por tierra, a causa de la destrucción de la hija de mi pueblo, mientras niños y lactantes desfallecen en las plazas de la ciudad.
12 Dicen a sus madres: ¿Dónde hay grano y vino?, mientras desfallecen como heridos en las plazas de la ciudad, mientras exhalan su espíritu en el regazo de sus madres.
13 ¿Cómo he de amonestarte? ¿A qué te compararé, hija de Jerusalén? ¿A qué te igualaré al consolarte, virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu ruina, ¿quién te podrá sanar?
14 Tus profetas tuvieron para ti visiones falsas y necias, y no manifestaron tu iniquidad para que regresaras de tu cautiverio, sino que vieron para ti oráculos falsos y engañosos.
15 Baten palmas contra ti todos los que pasan por el camino; silban y mueven sus cabezas contra la hija de Jerusalén, diciendo: ¿Es ésta la ciudad de la cual decían: "La perfección de la hermosura, el gozo de toda la tierra"?
16 Han abierto contra ti su boca todos tus enemigos; silban y rechinan los dientes, dicen: La hemos devorado. Ciertamente este es el día que esperábamos; lo hemos alcanzado, lo hemos visto.
17 El SEÑOR ha hecho lo que se propuso, ha cumplido su palabra que había ordenado desde tiempos antiguos; ha derribado sin perdonar, ha hecho que se alegre el enemigo sobre ti, ha exaltado el poder de tus adversarios.
18 Su corazón clamó al Señor: Muralla de la hija de Sion, corran tus lágrimas como un río día y noche, no te des reposo, no tengan descanso tus ojos.

Lamentaciones 2:8-18 Meaning and Commentary

INTRODUCTION TO LAMENTATIONS 2

This chapter contains another alphabet, in which the Prophet Jeremiah, or those he represents, lament the sad condition of Jerusalem; the destruction of the city and temple, and of all persons and things relative to them, and to its civil or church state; and that as being from the hand of the Lord himself, who is represented all along as the author thereof, because of their sins, La 2:1-9; and then the elders and virgins of Zion are represented as in great distress, and weeping for those desolations; which were very much owing to the false prophets, that had deceived them, La 2:10-14; and all this occasioned great rejoicing in the enemies of Zion, La 2:15-17; but sorrow of heart to Zion herself, who is called to weeping, La 2:18,19; and the chapter is concluded with an address to the Lord, to take this her sorrowful case into consideration, and show pity and compassion, La 2:20-22.

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