Mateo 13:24-43

24 Jesús les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos puede compararse a un hombre que sembró buena semilla en su campo.
25 Pero mientras los hombres dormían, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
26 Cuando el trigo brotó y produjo grano, entonces apareció también la cizaña.
27 Y los siervos del dueño fueron y le dijeron: "Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña?"
28 El les dijo: "Un enemigo ha hecho esto". Y los siervos le dijeron<***>: "¿Quieres, pues, que vayamos y la recojamos?"
29 Pero él dijo<***>: "No, no sea que al recoger la cizaña, arranquéis el trigo junto con ella.
30 "Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega; y al tiempo de la siega diré a los segadores: 'Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla, pero el trigo recogedlo en mi granero.'"
31 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo,
32 y que de todas las semillas es la más pequeña; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de modo que LAS AVES DEL CIELO vienen y ANIDAN EN SUS RAMAS.
33 Les dijo otra parábola: El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina hasta que todo quedó fermentado.
34 Todo esto habló Jesús en parábolas a las multitudes, y nada les hablaba sin parábola,
35 para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando dijo: ABRIRE MI BOCA EN PARABOLAS; HABLARE DE COSAS OCULTAS DESDE LA FUNDACION DEL MUNDO.
36 Entonces dejó a la multitud y entró en la casa. Y se le acercaron sus discípulos, diciendo: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.
37 Y respondiendo El, dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre,
38 y el campo es el mundo; y la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno;
39 y el enemigo que la sembró es el diablo, y la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
40 Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin del mundo.
41 El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que son piedra de tropiezo y a los que hacen iniquidad;
42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes.
43 Entonces LOS JUSTOS RESPLANDECERAN COMO EL SOL en el reino de su Padre. El que tiene oídos, que oiga.

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