Marcos 14:34-44

34 Y les dijo<***>: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad.
35 Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de El aquella hora.
36 Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.
37 Entonces vino<***> y los halló<***> durmiendo, y dijo<***> a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora?
38 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
39 Se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras.
40 Y vino de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados de sueño; y no sabían qué responderle.
41 Vino<***> por tercera vez, y les dijo<***>: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.
42 Levantaos, vámonos; mirad, está cerca el que me entrega.
43 En ese momento, mientras todavía estaba El hablando, llegó<***> Judas, uno de los doce, acompañado de una multitud con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos.
44 Y el que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Al que yo bese, ése es; prendedle y llevadle con seguridad.
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