33
Y sucedió que al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es estarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías; no sabiendo lo que decía.
34
Entonces, mientras él decía esto, se formó una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube.
35
Y una voz salió de la nube, que decía: Este es mi Hijo, mi Escogido ; a El oíd.
36
Cuando la voz se oyó, Jesús fue hallado solo. Ellos se lo callaron, y por aquellos días no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
37
Y aconteció que al día siguiente, cuando bajaron del monte, una gran multitud le salió al encuentro.