But the Lord hardened Pharaoh's heart Yet more and more: and he would not let them go; his heart was set against it, his will was resolute, and he was determined never to let them go.
25
—¡De ninguna manera! —respondió Moisés—. Tú debes proveernos de animales para los sacrificios y las ofrendas quemadas que presentaremos al Señor nuestro Dios.
26
Todos nuestros animales deberán ir con nosotros; ni una sola pezuña puede quedar atrás. Tendremos que seleccionar nuestros sacrificios para el Señor nuestro Dios de entre esos animales, y solo sabremos cómo vamos a adorar al Señor una vez que estemos allí.
27
Pero el Señor endureció el corazón del faraón una vez más, y no quiso dejarlos salir.
28
—¡Lárgate de aquí! —le gritó el faraón a Moisés—. Te advierto: ¡jamás regreses a verme! El día que me veas la cara, ¡morirás!
29
—Muy bien —respondió Moisés—. ¡Nunca más volveré a verte!