16
Luego el rey David se presentó ante el SEÑOR y le dijo:«SEÑOR y Dios, ¿quién soy yo, y qué es mi familia, para que me hayas hecho llegar tan lejos?
17
Como si esto fuera poco, has hecho promesas a este tu siervo en cuanto al futuro de su dinastía. ¡Me has tratado como si fuera yo un hombre muy importante, SEÑOR y Dios!
18
¿Qué más podría yo decir del honor que me has dado, si tú conoces a tu siervo?
19
SEÑOR, tú has hecho todas estas grandes maravillas, por amor a tu siervo y según tu voluntad, y las has dado a conocer.
20
SEÑOR, nosotros mismos hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios.