20
tal vez se enoje y te pregunte: “¿Por qué se acercaron tanto a la ciudad para atacarla? ¿Acaso no sabían que les dispararían desde la muralla?
21
¿Quién mató a Abimélec hijo de Yerubéset? ¿No fue acaso una mujer la que le arrojó una piedra de molino desde la muralla de Tebes y lo mató? ¿Por qué se acercaron tanto a la muralla?” Pues si te hace estas preguntas, respóndele: “También ha muerto Urías el hitita, siervo de Su Majestad”».
22
El mensajero partió, y al llegar le contó a David todo lo que Joab le había mandado decir.
23
—Los soldados enemigos nos estaban venciendo —dijo el mensajero—, pero cuando nos atacaron a campo abierto pudimos rechazarlos hasta la entrada de la ciudad.
24
Entonces los arqueros dispararon desde la muralla a los soldados de Su Majestad, de modo que murieron varios de los nuestros. También ha muerto Urías el hitita, siervo de Su Majestad.