18
Mientras estaban sentados a la mesa comiendo, dijo:—Les aseguro que uno de ustedes, que está comiendo conmigo, me va a traicionar.
19
Ellos se pusieron tristes, y uno tras otro empezaron a preguntarle:—¿Acaso seré yo?
20
—Es uno de los doce —contestó—, uno que moja el pan conmigo en el plato.
21
A la verdad, el Hijo del hombre se irá tal como está escrito de él, pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Más le valdría a ese hombre no haber nacido.
22
Mientras comían, Jesús tomó pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a ellos, diciéndoles:—Tomen; esto es mi cuerpo.