Juan 10:3-13

3 A éste le abre el portero, y las ovejas oyen su voz; llama a sus ovejas por nombre y las conduce afuera.
4 Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz.
5 Pero a un desconocido no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
6 Jesús les habló por medio de esta alegoría, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que vinieron antes de mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso.
9 Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.
10 El ladrón sólo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.
12 Pero el que es un asalariado y no un pastor, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo, y abandona las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa.
13 El huye porque sólo trabaja por el pago y no le importan las ovejas.
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