22
Llegando también el de los dos talentos, dijo: "Señor, me entregaste dos talentos; mira, he ganado otros dos talentos."
23
Su señor le dijo: "Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."
24
Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: "Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste,
25
y tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; mira, aquí tienes lo que es tuyo."
26
Pero su señor respondió, y le dijo: "Siervo malo y perezoso, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.
27
"Debías entonces haber puesto mi dinero en el banco, y al llegar yo hubiera recibido mi dinero con intereses.
28
"Por tanto, quitadle el talento y dádselo al que tiene los diez talentos."
29
Porque a todo el que tiene, más se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
30
Y al siervo inútil, echadlo en las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.
31
Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con El, entonces se sentará en el trono de su gloria;
32
y serán reunidas delante de El todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.