Juan 9:25-35

25 Entonces él les contestó: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo.
26 Le dijeron entonces: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
27 El les contestó: Ya os lo dije y no escuchasteis; ¿por qué queréis oírlo otra vez? ¿Es que también vosotros queréis haceros discípulos suyos?
28 Entonces lo insultaron, y le dijeron: Tú eres discípulo de ese hombre; pero nosotros somos discípulos de Moisés.
29 Nosotros sabemos que Dios habló a Moisés, pero en cuanto a éste, no sabemos de dónde es.
30 Respondió el hombre y les dijo: Pues en esto hay algo asombroso, que vosotros no sepáis de dónde es, y sin embargo, a mí me abrió los ojos.
31 Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye.
32 Desde el principio jamás se ha oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento.
33 Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada.
34 Respondieron ellos y le dijeron: Tú naciste enteramente en pecados, ¿y tú nos enseñas a nosotros? Y lo echaron fuera.
35 Jesús oyó decir que lo habían echado fuera, y hallándolo, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo del Hombre?
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