Job 28; Job 29; Hechos 13:1-25

Viewing Multiple Passages

Job 28

1 Ciertamente hay una mina para la plata, y un lugar donde se refina el oro.
2 El hierro se saca de la tierra, y de la piedra se funde el cobre.
3 El hombre pone fin a las tinieblas, y hasta los límites más remotos escudriña la roca que está en lobreguez y densa oscuridad.
4 Abren minas lejos de lo habitado, olvidado por el pie; suspendidos se balancean lejos de los hombres.
5 De la tierra viene el alimento, y abajo está revuelta como por fuego.
6 Sus piedras son yacimientos de zafiros, y su polvo contiene oro.
7 Senda que ave de rapiña no conoce, ni que ojo de halcón ha alcanzado a ver;
8 las orgullosas bestias no la han pisado, ni el fiero león ha pasado por ella.
9 Pone el hombre su mano en el pedernal; vuelca de raíz los montes.
10 Abre canales en las rocas, y su ojo ve todo lo preciado.
11 Detiene los arroyos para que no corran, y saca a luz lo oculto.
12 Mas la sabiduría, ¿dónde se hallará? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
13 No conoce el hombre su valor, ni se halla en la tierra de los vivientes.
14 El abismo dice: "No está en mí"; y el mar dice: "No está conmigo."
15 No se puede dar oro puro por ella, ni peso de plata por su precio.
16 No puede evaluarse con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni zafiro.
17 No la pueden igualar ni el oro ni el vidrio, ni se puede cambiar por artículos de oro puro.
18 Coral y cristal ni se mencionen; la adquisición de la sabiduría es mejor que las perlas.
19 El topacio de Etiopía no puede igualarla, ni con oro puro se puede evaluar.
20 ¿De dónde, pues, viene la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
21 Está escondida de los ojos de todos los vivientes, y oculta a todas las aves del cielo.
22 El Abadón y la muerte dicen: "Con nuestros oídos hemos oído su fama."
23 Dios entiende el camino de ella, y conoce su lugar.
24 Porque El contempla los confines de la tierra, y ve todo bajo los cielos.
25 Cuando El dio peso al viento y determinó las aguas por medida;
26 cuando puso límite a la lluvia y camino para el rayo,
27 entonces El la vio y la declaró, la estableció y también la escudriñó.
28 Y dijo al hombre: "He aquí, el temor del Señor es sabiduría, y apartarse del mal, inteligencia."
La Biblia de las Américas Derechos de Autor © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, All rights reserved. For Permission to Quote Information, visit http://www.lockman.org.

Job 29

1 Y reanudó Job su discurso, y dijo:
2 ¡Quién me diera volver a ser como en meses pasados, como en los días en que Dios velaba sobre mí;
3 cuando su lámpara resplandecía sobre mi cabeza, y a su luz caminaba yo en las tinieblas;
4 como era yo en los días de mi juventud , cuando el favor de Dios estaba sobre mi tienda;
5 cuando el Todopoderoso estaba aún conmigo, y mis hijos en derredor mío;
6 cuando en leche se bañaban mis pies, y la roca me derramaba ríos de aceite!
7 Cuando yo salía a la puerta de la ciudad, cuando en la plaza tomaba mi asiento,
8 me veían los jóvenes y se escondían, y los ancianos se levantaban y permanecían en pie.
9 Los príncipes dejaban de hablar y ponían la mano sobre su boca;
10 la voz de los nobles se apagaba, y la lengua se les pegaba al paladar.
11 Porque el oído que oía me llamaba bienaventurado, y el ojo que veía daba testimonio de mí;
12 porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que no tenía quien le ayudara.
13 Venía sobre mí la bendición del que estaba a punto de perecer, y el corazón de la viuda llenaba de gozo.
14 De justicia me vestía, y ella me cubría; como manto y turbante era mi derecho.
15 Ojos era yo para el ciego, y pies para el cojo.
16 Padre era para los necesitados, y examinaba la causa que no conocía.
17 Quebraba los colmillos del impío, y de sus dientes arrancaba la presa.
18 Entonces pensaba: "En mi nido moriré, y multiplicaré mis días como la arena.
19 "Mi raíz se extiende hacia las aguas, y el rocío se posa de noche en mi rama.
20 "Conmigo es siempre nueva mi gloria, y mi arco en mi mano se renueva."
21 Me escuchaban y esperaban, y guardaban silencio para oír mi consejo.
22 Después de mis palabras no hablaban de nuevo, y sobre ellos caía gota a gota mi discurso.
23 Me esperaban como a la lluvia, y abrían su boca como a lluvia de primavera.
24 Yo les sonreía cuando ellos no creían, y no abatían la luz de mi rostro.
25 Les escogía el camino y me sentaba como jefe, y moraba como rey entre las tropas, como el que consuela a los que lloran.
La Biblia de las Américas Derechos de Autor © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, All rights reserved. For Permission to Quote Information, visit http://www.lockman.org.

Hechos 13:1-25

1 En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Niger, Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca, y Saulo.
2 Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.
3 Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron.
4 Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre.
5 Llegados a Salamina, proclamaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos; y tenían también a Juan de ayudante.
6 Después de haber recorrido toda la isla hasta Pafos, encontraron a cierto mago, un falso profeta judío llamado Barjesús,
7 que estaba con el procónsul Sergio Paulo, hombre inteligente. Este hizo venir a Bernabé y a Saulo, y deseaba oír la palabra de Dios.
8 Pero Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), se les oponía, tratando de desviar de la fe al procónsul.
9 Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en él,
10 dijo: Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor?
11 Ahora, he aquí, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo. Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano.
12 Entonces el procónsul, cuando vio lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.
13 Pablo y sus compañeros zarparon de Pafos, y llegaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, regresó a Jerusalén,
14 mas ellos, saliendo de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y en el día de reposo entraron a la sinagoga y se sentaron.
15 Después de la lectura de la ley y los profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir: Hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
16 Pablo se levantó, y haciendo señal con la mano, dijo: Hombres de Israel, y vosotros que teméis a Dios, escuchad:
17 El Dios de este pueblo de Israel, escogió a nuestros padres y engrandeció al pueblo durante su estancia en la tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella.
18 Y por un período como de cuarenta años los soportó en el desierto.
19 Después de destruir siete naciones en la tierra de Canaán, repartió sus tierras en herencia; todo esto duró como cuatrocientos cincuenta años.
20 Y después de esto, les dio jueces hasta el profeta Samuel.
21 Entonces ellos pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, durante cuarenta años.
22 Después de quitarlo, les levantó por rey a David, del cual Dios también testificó y dijo: "HE HALLADO A DAVID, hijo de Isaí, UN HOMBRE CONFORME A MI CORAZON, que hará toda mi voluntad."
23 De la descendencia de éste, conforme a la promesa, Dios ha dado a Israel un Salvador, Jesús,
24 después de que Juan predicó, antes de su venida, un bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel.
25 Cuando Juan estaba a punto de terminar su carrera, decía: "¿Quién pensáis que soy yo? Yo no soy el Cristo; mas he aquí, viene tras mí uno de quien yo no soy digno de desatar las sandalias de sus pies."
La Biblia de las Américas Derechos de Autor © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, All rights reserved. For Permission to Quote Information, visit http://www.lockman.org.