Mateo 26:6-16

6 Y hallándose Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,
7 se le acercó una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso, y lo derramó sobre su cabeza cuando estaba sentado a la mesa.
8 Pero al ver esto, los discípulos se indignaron, y decían: ¿Para qué este desperdicio?
9 Porque este perfume podía haberse vendido a gran precio, y el dinero habérselo dado a los pobres.
10 Pero Jesús, dándose cuenta, les dijo: ¿Por qué molestáis a la mujer? Pues buena obra ha hecho conmigo.
11 Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.
12 Pues al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura.
13 En verdad os digo: Dondequiera que este evangelio se predique, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho, en memoria suya.
14 Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes,
15 y dijo: ¿Qué estáis dispuestos a darme para que yo os lo entregue? Y ellos le pesaron treinta piezas de plata.
16 Y desde entonces buscaba una oportunidad para entregarle.
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