Mateo 27:32-44

La crucifixión

32 Al salir encontraron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón, y lo obligaron a llevar la cruz.
33 Llegaron a un lugar llamado Gólgota (que significa «Lugar de la Calavera»).
34 Allí le dieron a Jesús vino mezclado con hiel; pero después de probarlo, se negó a beberlo.
35 Lo crucificaron y repartieron su ropa echando suertes.[a]
36 Y se sentaron a vigilarlo.
37 Encima de su cabeza pusieron por escrito la causa de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los judíos».
38 Con él crucificaron a dos bandidos,[b] uno a su derecha y otro a su izquierda.
39 Los que pasaban meneaban la cabeza y blasfemaban contra él:
40 —Tú, que destruyes el templo y en tres días lo reconstruyes, ¡sálvate a ti mismo! ¡Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz!
41 De la misma manera se burlaban de él los jefes de los sacerdotes, junto con los maestros de la ley y los ancianos.
42 —Salvó a otros —decían—, ¡pero no puede salvarse a sí mismo! ¡Y es el Rey de Israel! Que baje ahora de la cruz, y así creeremos en él.
43 Él confía en Dios; pues que lo libre Dios ahora, si de veras lo quiere. ¿Acaso no dijo: “Yo soy el Hijo de Dios”?
44 Así también lo insultaban los bandidos que estaban crucificados con él.

Footnotes 2

  • [a]. "suertes" . Var. "suertes, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta: «Se repartieron entre ellos mi manto y sobre mi ropa echaron suertes» " (Sal 22:18; véase Jn 19:24).
  • [b]. "bandidos" . Alt. "insurgentes" ; también en v. 44.
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