Ezequiel 31:7-17

7 Era fuerte y hermoso,
con ramas que se extendían ampliamente
porque sus raíces llegaban a lo profundo,
donde había agua en abundancia.
8 Ningún otro cedro del jardín de Dios
podía hacerle competencia.
Ningún ciprés tenía ramas como las suyas;
ningún plátano oriental tenía ramas comparables.
Ningún árbol del jardín de Dios
tenía una belleza parecida.
9 Como hice tan hermoso este árbol
y le di un follaje tan magnífico,
era la envidia de los demás árboles del Edén,
el jardín de Dios.
10 »”Por lo tanto, esto dice el Señor
Soberano: como Egipto se volvió
vanidoso y arrogante, y porque se puso tan por encima de los demás que su copa llegaba a las nubes,
11 lo entregaré en manos de una nación poderosa para que lo destruya como merece su perversidad. Ya lo he desechado.
12 Un ejército extranjero —el terror de las naciones— lo taló y lo dejó tendido en el suelo. Sus ramas quedaron esparcidas por las montañas, los valles y los barrancos de la tierra. Todos los que vivían bajo su sombra se fueron y lo dejaron allí tirado.
13 »”Las aves se posan en el tronco caído,
y los animales salvajes se tienden entre sus ramas.
14 Que ningún árbol de ninguna otra nación
se envanezca por su propia grandeza,
aunque supere la altura de las nubes
y reciba agua de lo profundo.
Pues todos están condenados a morir
y a descender a las profundidades de la tierra.
Caerán a la fosa
junto con el resto del mundo.
15 »”Esto dice el Señor
Soberano: cuando Asiria descendió a la tumba,
hice que los manantiales profundos se lamentaran. Detuve el curso de sus ríos y sequé su abundante agua. Vestí de negro el Líbano e hice que se marchitaran los árboles del campo.
16 Hice que las naciones temblaran de miedo al sonido de su caída, porque la envié a la tumba junto con todos los que descienden a la fosa. Los demás árboles vanidosos del Edén, los mejores y más hermosos del Líbano, aquellos que hundían sus raíces profundamente en el agua, se consolaron al encontrar a este árbol allí con ellos en las profundidades de la tierra.
17 También sus aliados fueron destruidos y estaban muertos. Habían descendido a la tumba todas esas naciones que una vez vivieron bajo su sombra.

Ezequiel 31:7-17 Meaning and Commentary

INTRODUCTION TO EZEKIEL 31

This chapter contains a confirmation of the preceding prophecy, of the ruin of the king of Egypt, by the example of the king of Assyria, to whom he was like in grandeur and pride, and would be in his fall. The time of the prophecy is observed, Eze 31:1, the prophet is ordered to give the following relation to the king of Egypt, Eze 31:2 in which the king of Assyria is compared to a large and flourishing cedar, for the extent of his dominions, the prosperous state of his empire, and his exaltation above all other princes, which drew upon him their envy Eze 31:3-9, wherefore because of his pride, his heart being lifted up with these things, Eze 31:10, ruin came upon him; which is described by the instruments and manner of it, and the effects following it; mourning and fear in some, solace and comfort to others, and destruction to his associates, Eze 31:11-17, wherefore Pharaoh is called upon to consider all this, who was like to him in greatness and pride, and should have the like fate with him; nor could his greatness any more secure him than it did the Assyrian monarch, Eze 31:18.

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