Mateo 20:25-34

25 Pero Jesús, llamándolos junto a sí, dijo: Sabéis que los gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que los grandes ejercen autoridad sobre ellos.
26 No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera entre vosotros llegar a ser grande, será vuestro servidor,
27 y el que quiera entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo;
28 así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
29 Al salir de Jericó, le siguió una gran multitud.
30 Y he aquí, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que Jesús pasaba, gritaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
31 Y la gente los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban más aún, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
32 Deteniéndose Jesús, los llamó, y dijo: ¿Qué queréis que yo haga por vosotros?
33 Ellos le dijeron<***>: Señor, deseamos que nuestros ojos sean abiertos.
34 Entonces Jesús, movido a compasión, tocó los ojos de ellos, y al instante recobraron la vista, y le siguieron.
La Biblia de las Américas Derechos de Autor © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, All rights reserved. For Permission to Quote Information, visit http://www.lockman.org.