Salmos 107; Salmos 108; Salmos 109; 1 Corintios 4

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Salmos 107

1 ALABAD á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
2 Digan lo los redimidos de Jehová, Los que ha redimido del poder del enemigo,
3 Y los ha congregado de las tierras, Del oriente y del occidente, Del aquilón y de la mar.
4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, No hallando ciudad de población.
5 Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos.
6 Habiendo empero clamado á Jehová en su angustia, Librólos de sus aflicciones:
7 Y dirigiólos por camino derecho, Para que viniesen á ciudad de población.
8 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
9 Porque sació al alma menesterosa, Y llenó de bien al alma hambrienta.
10 Los que moraban en tinieblas y sombra de muerte, Aprisionados en aflicción y en hierros;
11 Por cuanto fueron rebeldes á las palabras de Jehová, Y aborrecieron el consejo del Altísimo.
12 Por lo que quebrantó él con trabajo sus corazones, Cayeron y no hubo quien los ayudase;
13 Luego que clamaron á Jehová en su angustia, Librólos de sus aflicciones.
14 Sacólos de las tinieblas y de la sombra de muerte, Y rompió sus prisiones.
15 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
16 Porque quebrantó las puertas de bronce, Y desmenuzó los cerrojos de hierro.
17 Los insensatos, á causa del camino de su rebelión Y á causa de sus maldades, fueron afligidos.
18 Su alma abominó toda vianda, Y llegaron hasta las puertas de la muerte.
19 Mas clamaron á Jehová en su angustia, Y salvólos de sus aflicciones.
20 Envió su palabra, y curólos, Y librólos de su ruina.
21 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres:
22 Y sacrifiquen sacrificios de alabanza, Y publiquen sus obras con júbilo.
23 Los que descienden á la mar en navíos, Y hacen negocio en las muchas aguas,
24 Ellos han visto las obras de Jehová, Y sus maravillas en el profundo.
25 El dijo, é hizo saltar el viento de la tempestad, Que levanta sus ondas.
26 Suben á los cielos, descienden á los abismos: Sus almas se derriten con el mal.
27 Tiemblan, y titubean como borrachos, Y toda su ciencia es perdida.
28 Claman empero á Jehová en su angustia, Y líbralos de sus aflicciones.
29 Hace parar la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas.
30 Alégranse luego porque se reposaron; Y él los guía al puerto que deseaban.
31 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
32 Y ensálcenlo en la congregación del pueblo; Y en consistorio de ancianos lo alaben.
33 El vuelve los ríos en desierto, Y los manantiales de las aguas en secadales;
34 La tierra fructífera en salados, Por la maldad de los que la habitan.
35 Vuelve el desierto en estanques de aguas, Y la tierra seca en manantiales.
36 Y allí aposenta á los hambrientos, Y disponen ciudad para habitación;
37 Y siembran campos, y plantan viñas, Y rinden crecido fruto.
38 Y los bendice, y se multiplican en gran manera; Y no disminuye sus bestias.
39 Y luego son menoscabados y abatidos A causa de tiranía, de males y congojas.
40 El derrama menosprecio sobre los príncipes, Y les hace andar errados, vagabundos, sin camino:
41 Y levanta al pobre de la miseria, Y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas.
42 Vean los rectos, y alégrense; Y toda maldad cierre su boca.
43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas, Y entenderá las misericordias de Jehová?
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Salmos 108

1 MI corazón está dispuesto, oh Dios; Cantaré y salmearé todavía en mi gloria.
2 Despiértate, salterio y arpa: Despertaré al alba.
3 Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos; A ti cantaré salmos entre las naciones.
4 Porque grande más que los cielos es tu misericordia, Y hasta los cielos tu verdad.
5 Ensálzate, oh Dios, sobre los cielos; Y sobre toda la tierra tu gloria.
6 Para que sean librados tus amados, Salva con tu diestra y respóndeme.
7 Dios habló por su santuario: alegraréme, Repartiré á Sichêm, y mediré el valle de Succoth.
8 Mío es Galaad, mío es Manasés; Y Eprhaim es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador;
9 Moab, la vasija de mi lavatorio: Sobre Edom echaré mi calzado; Regocijaréme sobre Palestina.
10 ¿Quién me guiará á la ciudad fortalecida? ¿Quién me guiará hasta Idumea?
11 Ciertamente tú, oh Dios, que nos habías desechado; Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos.
12 Danos socorro en la angustia: Porque mentirosa es la salud del hombre.
13 En Dios haremos proezas; Y él hollará nuestros enemigos.
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Salmos 109

1 OH Dios de mi alabanza, no calles;
2 Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto sobre mí: Han hablado de mí con lengua mentirosa,
3 Y con palabras de odio me rodearon; Y pelearon contra mí sin causa.
4 En pago de mi amor me han sido adversarios: Mas yo oraba.
5 Y pusieron contra mí mal por bien, Y odio por amor.
6 Pon sobre él al impío: Y Satán esté á su diestra.
7 Cuando fuere juzgado, salga impío; Y su oración sea para pecado.
8 Sean sus días pocos: Tome otro su oficio.
9 Sean sus hijos huérfanos, Y su mujer viuda.
10 Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares.
11 Enrede el acreedor todo lo que tiene, Y extraños saqueen su trabajo.
12 No tenga quien le haga misericordia; Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.
13 Su posteridad sea talada; En segunda generación sea raído su nombre.
14 Venga en memoria cerca de Jehová la maldad de sus padres, Y el pecado de su madre no sea borrado.
15 Estén siempre delante de Jehová, Y él corte de la tierra su memoria.
16 Por cuanto no se acordo de hacer misericordia, Y persiguió al hombre afligido y menesteroso Y quebrantado de corazón, para matar lo.
17 Y amó la maldición, y vínole; Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.
18 Y vistióse de maldición como de su vestido, Y entró como agua en sus entrañas, Y como aceite en sus huesos.
19 Séale como vestido con que se cubra, Y en lugar de cinto con que se ciña siempre.
20 Este sea el pago de parte de Jehová de los que me calumnian, Y de los que hablan mal contra mi alma.
21 Y tú, Jehová Señor, haz conmigo por amor de tu nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena.
22 Porque yo estoy afligido y necesitado; Y mi corazón está herido dentro de mí.
23 Voime como la sombra cuando declina; Soy sacudido como langosta.
24 Mis rodillas están debilitadas á causa del ayuno, Y mi carne desfallecida por falta de gordura.
25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio; Mirábanme, y meneaban su cabeza.
26 Ayúdame, Jehová Dios mío: Sálvame conforme á tu misericordia.
27 Y entiendan que ésta es tu mano; Que tú, Jehová, has hecho esto.
28 Maldigan ellos, y bendice tú: Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo.
29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian; Y sean cubiertos de su confusión como con manto.
30 Yo alabaré á Jehová en gran manera con mi boca, Y le loaré en medio de muchos.
31 Porque él se pondrá á la diestra del pobre, Para librar su alma de los que le juzgan.
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1 Corintios 4

1 TÉNGANNOS los hombres por ministros de Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios.
2 Mas ahora se requiere en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel.
3 Yo en muy poco tengo el ser juzgado de vosotros, ó de juicio humano; y ni aun yo me juzgo.
4 Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; mas el que me juzga, el Señor es.
5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los intentos de los corazones: y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza.
6 Esto empero, hermanos, he pasado por ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros; para que en nosotros aprendáis á no saber más de lo que está escrito, hinchándoos por causa de otro el uno contra el otro.
7 Porque ¿quién te distingue? ¿ó qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorías como si no hubieras recibido?
8 Ya estáis hartos, ya estáis ricos, sin nosotros reináis; y ojalá reinéis, para que nosotros reinemos también juntamente con vosotros.
9 Porque á lo que pienso, Dios nos ha mostrado á nosotros los apóstoles por los postreros, como á sentenciados á muerte: porque somos hechos espectáculo al mundo, y á los ángeles, y á los hombres.
10 Nosotros necios por amor de Cristo, y vosotros prudentes en Cristo; nosotros flacos, y vosotros fuertes; vosotros nobles, y nosotros viles.
11 Hasta esta hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes, y andamos vagabundos;
12 Y trabajamos, obrando con nuestras manos: nos maldicen, y bendecimos: padecemos persecución, y sufrimos:
13 Somos blasfemados, y rogamos: hemos venido á ser como la hez del mundo, el desecho de todos hasta ahora.
14 No escribo esto para avergonzaros: mas amonéstoos como á mis hijos amados.
15 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; que en Cristo Jesús yo os engendré por el evangelio.
16 Por tanto, os ruego que me imitéis.
17 Por lo cual os he enviado á Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os amonestará de mis caminos cuáles sean en Cristo, de la manera que enseño en todas partes en todas las iglesias.
18 Mas algunos están envanecidos, como si nunca hubiese yo de ir á vosotros.
19 Empero iré presto á vosotros, si el Señor quisiere; y entenderé, no las palabras de los que andan hinchados, sino la virtud.
20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud.
21 ¿Qué queréis? ¿iré á vosotros con vara, ó con caridad y espíritu de mansedumbre?
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