2 Reyes 23:2

2 Acompañado de toda la gente de Judá, de los habitantes de Jerusalén, de los sacerdotes, de los profetas y, en fin, de la nación entera, desde el más pequeño hasta el más grande, el rey subió al templo del SEÑOR. Y en presencia de ellos leyó todo lo que está escrito en el libro del pacto que fue hallado en el templo del SEÑOR.

2 Reyes 23:2 Meaning and Commentary

2 Kings 23:2

And the king went up into the house of the Lord
To the temple, from his palace:

and all the men of Judah and all the inhabitants of Jerusalem with him:
they met him there:

and the priests, and the prophets;
the prophets Jeremiah, Zephaniah, and Uriah, who, though they might not be at Jerusalem when the book of the law was found, yet, upon this message of the king's, might come up thither from the countries where they were; the Targum interprets the word "scribes": and some take them to be the sons of the prophets, their disciples; in ( 2 Chronicles 34:30 ) they are called Levites:

and all the people, both small and great;
a very numerous assembly:

and he read in their ears all the words of the book of the covenant
which was found in the house of the Lord:
that is, he caused it to be read by others, and perhaps by more than one, the congregation being so large.

2 Reyes 23:2 In-Context

1 Entonces el rey mandó convocar a todos los ancianos de Judá y Jerusalén.
2 Acompañado de toda la gente de Judá, de los habitantes de Jerusalén, de los sacerdotes, de los profetas y, en fin, de la nación entera, desde el más pequeño hasta el más grande, el rey subió al templo del SEÑOR. Y en presencia de ellos leyó todo lo que está escrito en el libro del pacto que fue hallado en el templo del SEÑOR.
3 Después se puso de pie junto a la columna, y en presencia del SEÑOR renovó el pacto. Se comprometió a seguir al SEÑOR y a cumplir, de todo corazón y con toda el alma, sus mandamientos, sus preceptos y sus decretos, reafirmando así las palabras del pacto que están escritas en ese libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.
4 Luego el rey ordenó al sumo sacerdote Jilquías, a los sacerdotes de segundo rango y a los porteros, que sacaran del templo del SEÑOR todos los objetos consagrados a Baal, a Aserá y a todos los astros del cielo. Hizo que los quemaran en los campos de Cedrón, a las afueras de Jerusalén, y que llevaran las cenizas a Betel.
5 También destituyó a los sacerdotes idólatras que los reyes de Judá habían nombrado para quemar incienso en los altares paganos, tanto en las ciudades de Judá como en Jerusalén, los cuales quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, al zodíaco y a todos los astros del cielo.
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