Juan 6:52-62

52 Entonces la gente comenzó a discutir entre sí sobre lo que él quería decir. «¿Cómo puede este hombre darnos de comer su carne?», se preguntaban.
53 Por eso Jesús volvió a decir:
54 pero todo el que coma mi carne y beba mi sangre tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
55 Pues mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
56 Todo el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
57 Yo vivo gracias al Padre viviente que me envió; de igual manera, todo el que se alimente de mí vivirá gracias a mí.
58 Yo soy el pan verdadero que descendió del cielo. El que coma de este pan no morirá —como les pasó a sus antepasados a pesar de haber comido el maná— sino que vivirá para siempre».
59 Jesús dijo esas cosas mientras enseñaba en la sinagoga de Capernaúm.
60 Muchos discípulos abandonan a Jesús
Muchos de sus discípulos decían: «Esto es muy difícil de entender. ¿Cómo puede alguien aceptarlo?».
61 Jesús estaba consciente de que sus discípulos se quejaban, así que les dijo:
62 ¿Qué pensarán, entonces, si ven al Hijo del Hombre ascender al cielo otra vez?
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