Jeremías 51:51

51 «Estamos avergonzados —dicen los del pueblo—.
Estamos ofendidos y en desgracia
porque extranjeros profanaron
el templo del Señor
».

Jeremías 51:51 Meaning and Commentary

Jeremiah 51:51

We are confounded, because we have heard reproach
These are the words of the Jews, either objecting to their return to their land; or lamenting the desolation of it; and complaining of the reproach it lay under, being destitute of inhabitants; the land in general lying waste and uncultivated; the city of Jerusalem and temple in ruins; and the worship of God ceased; and the enemy insulting and reproaching; suggesting, that their God could not protect and save them; and, under these discouragements, they could not bear the thoughts of returning to it: shame hath covered our faces;
they knew not which way to look when they heard the report of the state of their country, and the reproach of the enemy, and through shame covered their faces: for strangers are come into the sanctuaries of the Lord's house;
the oracle, or the holy of holies; the temple, or the holy place, and the porch or court; so Kimchi and Abarbinel; into which the Chaldeans, strangers to God and the commonwealth of Israel, had entered, to the profanation of them, and had destroyed them.

Jeremías 51:51 In-Context

49 Así como Babilonia mató a la gente de Israel
y a la gente de otros pueblos por todo el mundo,
así mismo debe morir su gente.

50 ¡Váyanse, todos ustedes que escaparon de la espada!
¡No se detengan para mirar, huyan mientras puedan!
Recuerden al Señor
, aunque estén en una tierra lejana,
y piensen en su hogar en Jerusalén».

51 «Estamos avergonzados —dicen los del pueblo—.
Estamos ofendidos y en desgracia
porque extranjeros profanaron
el templo del Señor
».

52 «Sí —dice el Señor
—, pero se acerca la hora
en que destruiré los ídolos de Babilonia.
Los quejidos de la gente herida
se oirán por toda la tierra.

53 Aunque Babilonia llegue tan alto como los cielos
y haga sus fortificaciones increíblemente resistentes,
aun así yo enviaré enemigos para que la saqueen.
¡Yo, el Señor
, he hablado!