Mateo 14:13-36; Mateo 15; Mateo 16; Mateo 17:1-20

Viewing Multiple Passages

Mateo 14:13-36

13 Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en un barco a un lugar desierto, apartado; y cuando la multitud lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades
14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo misericordia de ellos, y sanó a los que de ellos había enfermos
15 Y cuando fue la tarde del día, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y el tiempo es ya pasado; despide la multitud, para que se vayan por las aldeas, y compren para sí de comer
16 Mas Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer
17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces
18 El les dijo: Traédmelos acá
19 Y mandando a la multitud recostarse sobre la hierba, tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo, y partiendo los panes los dio a los discípulos, y los discípulos a la multitud
20 Y comieron todos, y se saciaron; y alzaron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas
21 Y los que comieron fueron como cinco mil varones, sin contar las mujeres y los niños
22 Luego Jesús hizo a sus discípulos entrar en un barco, e ir delante de él al otro lado del lago, entre tanto que él despedía a la multitud
23 Y despedida la multitud, subió al monte, apartado, a orar; y cuando llegó la tarde del día, estaba allí solo
24 Y ya el barco estaba en medio del mar, atormentado de las ondas; porque el viento era contrario
25 Mas a la cuarta vela de la noche, Jesús fue a ellos andando sobre el mar
26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: Fantasma es. Y dieron voces de miedo
27 Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: Confiad, YO SOY; no tengáis miedo
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si tú eres, manda que yo vaya a ti sobre las aguas
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro del barco, andaba sobre las aguas para ir a Jesús
30 Pero viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzándose a hundir, dio voces, diciendo: Señor, sálvame
31 Luego Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: Oh hombre de poca fe, ¿por qué dudaste
32 Y cuando ellos entraron en el barco, el viento reposó
33 Entonces los que estaban en el barco, vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios
34 Y llegando al otro lado, vinieron a la tierra de Genesaret
35 Cuando le conocieron los varones de aquel lugar, enviaron por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos
36 y le rogaban que les dejara tocar solamente el borde de su manto; y todos los que le tocaron, fueron salvos

Título en Inglés – The Jubilee Bible

(De las Escrituras de La Reforma)

Editado por: Russell M. Stendal

Jubilee Bible 2000 – Russell Martin Stendal

© 2000, 2001, 2010

Mateo 15

1 Entonces llegaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo
2 ¿Por qué tus discípulos traspasan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan
3 Y él respondiendo, les dijo: ¿Por qué también vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición
4 Porque Dios mandó, diciendo: Honra a tu padre y a tu madre, y el que maldijere al padre o a la madre, muera irremisiblemente
5 Pero vosotros decís: Cualquiera que dijere al padre o a la madre: Es ya ofrenda mía a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte
6 y ya no deberá honrar a su padre o a su madre con socorro. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición
7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, diciendo
8 Este pueblo de su boca se acerca a mí y de labios me honra, pero su corazón lejos está de mí
9 Mas en vano me adoran, enseñando doctrinas y mandamientos de hombres
10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended
11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre
12 Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos, oyendo esta palabra, se ofendieron
13 Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada
14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo
15 Y respondiendo Pedro, le dijo: Decláranos esta parábola
16 Y Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento
17 ¿No entendéis todavía que todo lo que entra en la boca, va al vientre, y es echado en la letrina
18 Mas lo que sale de la boca, del mismo corazón sale; y esto contamina al hombre
19 Porque del corazón salen los malos pensamientos: muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, maledicencias
20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre
21 Y saliendo Jesús de allí, se fue a las partes de Tiro y de Sidón
22 Y he aquí una mujer cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está enferma, poseida del demonio
23 Mas él no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despáchala, pues da voces tras nosotros
24 Y él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la Casa de Israel
25 Entonces ella vino, y le adoró, diciendo: Señor socórreme
26 Y respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos
27 Y ella dijo: Sí, Señor; mas los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores
28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres. Y fue sana su hija desde aquella hora
29 Y partiendo Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí
30 Y llegaron a él muchas personas, que tenían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, y muchos otros enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó
31 De manera que se maravillaba la multitud, viendo hablar los mudos, los mancos sanos, andar los cojos, y ver los ciegos; y glorificaron al Dios de Israel
32 Y Jesús llamando a sus discípulos, dijo: Tengo misericordia de la multitud, que ya hace tres días que perseveran conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, para que no desmayen en el camino
33 Entonces sus discípulos le dicen: ¿Dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande
34 Y Jesús les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos
35 Y mandó a la multitud que se recostara sobre la tierra
36 Y tomando los siete panes y los peces, dando gracias, partió y dio a sus discípulos; y los discípulos a la multitud
37 Y comieron todos, y se saciaron; y alzaron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas
38 Y eran los que habían comido, cuatro mil varones, sin contar las mujeres y los niños
39 Entonces, despedida la multitud, subió en un barco; y vino a los términos de Magdala

Título en Inglés – The Jubilee Bible

(De las Escrituras de La Reforma)

Editado por: Russell M. Stendal

Jubilee Bible 2000 – Russell Martin Stendal

© 2000, 2001, 2010

Mateo 16

1 Y acercándose los fariseos y los saduceos para tentarle, le pedían que les mostrara señal del cielo
2 Mas él respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del día, decís: Sereno; porque el cielo tiene arreboles
3 Y a la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo triste. Hipócritas, que sabéis tomar decisiones basadas en la faz del cielo; ¿y en las señales de los tiempos no podéis
4 La generación mala y adúltera demanda señal; mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. Y dejándolos, se fue
5 Y viniendo sus discípulos del otro lado del lago, se habían olvidado de tomar pan
6 Y Jesús les dijo: Mirad, y guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos
7 Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Es porque no tomamos pan
8 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tomasteis pan
9 ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes de los cinco mil hombres, y cuántos cestos alzasteis
10 ¿Ni de los siete panes de los cuatro mil, y cuántas canastas tomasteis
11 ¿Cómo es que no entendéis que no por el pan os dije, que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos
12 Entonces entendieron que no les había dicho que se guardaran de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos
13 Y viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre
14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas
15 El les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy
16 Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente
17 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos
18 Mas yo también te digo, que tú eres Pedro una piedra pequeña, y sobre la piedra grande edificaré mi Iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella
19 Y a ti daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos
20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijeran que él era Jesús, el Cristo
21 Desde aquel tiempo comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le convenía ir a Jerusalén, y padecer mucho de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día
22 Y Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reprenderle, diciendo: Señor, lejos sea de ti; en ninguna manera esto te acontezca
23 Entonces él, volviéndose, dijo a Pedro: Quítate de delante de mí, Satanás; me eres estorbo; porque no entiendes lo que es de Dios, sino lo que es de los hombres
24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su madero, y sígame
25 Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá, y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, la hallará
26 Porque ¿de qué aprovecha al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma
27 Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras
28 De cierto os digo: hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino

Título en Inglés – The Jubilee Bible

(De las Escrituras de La Reforma)

Editado por: Russell M. Stendal

Jubilee Bible 2000 – Russell Martin Stendal

© 2000, 2001, 2010

Mateo 17:1-20

1 Y después de seis días, Jesús toma a Pedro, y a Jacobo, y a Juan su hermano, y los lleva aparte a un monte alto
2 Y se transfiguró delante de ellos; y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos fueron blancos como la luz
3 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él
4 Y respondiendo Pedro, dijo a Jesús: Señor, bien es que nos quedemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres tabernáculos: para ti uno, y para Moisés otro, y otro para Elías
5 Y estando aún él hablando, he aquí una nube de luz que los cubrió; y una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento; a El oíd
6 Y oyendo esto los discípulos, cayeron sobre sus rostros, y temieron en gran manera
7 Entonces Jesús llegando, los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis
8 Y alzando ellos sus ojos, a nadie vieron, sino a Jesús solo
9 Y como descendieron del monte, les mandó Jesús, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos
10 Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen, pues, los escribas que es necesario que Elías venga primero
11 Y respondiendo Jesús, les dijo: a la verdad, Elías vendrá primero, y restituirá todas las cosas
12 Mas os digo que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del hombre padecerá de ellos
13 Los discípulos entonces entendieron, que les habló de Juan el Bautista
14 Cuando ellos llegaron a la multitud, vino a él un hombre hincándose de rodillas
15 Y diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece malamente; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua
16 Y lo he presentado a tus discípulos, y no le han podido sanar
17 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación infiel y torcida! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de sufrir? Traédmelo acá
18 Y Jesús le reprendió, y salió el demonio de él; y el niño fue sano desde aquella hora
19 Entonces, acercándose los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no lo pudimos echar fuera
20 Y Jesús les dijo: Por vuestra infidelidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá; y se pasará; y nada os será imposible

Título en Inglés – The Jubilee Bible

(De las Escrituras de La Reforma)

Editado por: Russell M. Stendal

Jubilee Bible 2000 – Russell Martin Stendal

© 2000, 2001, 2010