Daniel 2:28

28 Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios. Ese Dios le ha mostrado a usted lo que tendrá lugar en los días venideros. Estos son el sueño y las visiones que pasaron por la mente de Su Majestad mientras dormía:

Daniel 2:28 Meaning and Commentary

Daniel 2:28

But there is a God in heaven that revealeth secrets
By this Daniel meant to inform the king that there was but one God, in opposition to the notion of polytheism, that obtained among the Heathens; that this one God is in heaven, and presides over all persons and things on earth; and that to him alone belongs the revelation of secrets, and not to Heathen gods, or to any magician, astrologer; and of this kind was the king's dream, a secret impenetrable by men: and maketh known to the king Nebuchadnezzar what shall be in the latter
days:
in the latter days of his monarchy, which should be subverted, and succeeded by another; and in ages after that, during the Persian, Grecian, and Roman monarchies; and in the days of the Messiah, even in the latter of his days: thy dream, and the visions of thy head upon thy bed, are these;
which were of God, and of great importance; and, that the king might observe it, Daniel introduces these words with what goes before, and says what follows:

Daniel 2:28 In-Context

26 El rey le preguntó a Daniel, a quien los babilonios le habían puesto por nombre Beltsasar:—¿Puedes decirme lo que vi en mi sueño, y darme su interpretación?

27 A esto Daniel respondió:—No hay ningún sabio ni hechicero, ni mago o adivino, que pueda explicarle a Su Majestad el misterio que le preocupa.

28 Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios. Ese Dios le ha mostrado a usted lo que tendrá lugar en los días venideros. Estos son el sueño y las visiones que pasaron por la mente de Su Majestad mientras dormía:

29 Allí, en su cama, Su Majestad dirigió sus pensamientos a las cosas por venir, y el que revela los misterios le mostró lo que está por suceder.

30 Por lo que a mí toca, este misterio me ha sido revelado, no porque yo sea más sabio que el resto de la humanidad, sino para que Su Majestad llegue a conocer su interpretación y entienda lo que pasaba por su mente.