Levítico 26:14-46

Maldiciones de la desobediencia

14 »Si ustedes no me obedecen ni ponen por obra todos estos mandamientos,
15 sino que desprecian mis estatutos y aborrecen mis preceptos, y dejan de poner por obra todos mis mandamientos, violando así mi pacto,
16 entonces yo mismo los castigaré con un terror repentino, con enfermedades y con fiebre que los debilitarán, les harán perder la vista y acabarán con su vida. En vano sembrarán su semilla, porque se la comerán sus enemigos.
17 Yo les negaré mi favor, y sus adversarios los derrotarán. Sus enemigos los dominarán, y ustedes huirán sin que nadie los persiga.
18 »Si después de todo esto siguen sin obedecerme, siete veces los castigaré por sus pecados.
19 Yo quebrantaré su orgullo y terquedad. Endureceré el cielo como el hierro y la tierra como el bronce,
20 por lo que en vano agotarán sus fuerzas, y ni el suelo ni los árboles del campo les darán sus frutos.
21 »Si a pesar de esto siguen oponiéndose a mí, y se niegan a obedecerme, siete veces los castigaré por sus pecados.
22 Lanzaré sobre ustedes fieras salvajes, que les arrebatarán sus hijos y destruirán su ganado. De tal manera los diezmarán, que sus caminos quedarán desiertos.
23 »Si a pesar de todo esto no aceptan mi disciplina, sino que continúan oponiéndose a mí,
24 yo también seguiré oponiéndome a ustedes. Yo mismo los heriré siete veces por sus pecados.
25 Dejaré caer sobre ustedes la espada de la venganza prescrita en el pacto. Cuando se retiren a sus ciudades, les enviaré una plaga, y caerán en poder del enemigo.
26 Cuando yo destruya sus trigales, diez mujeres hornearán para ustedes pan en un solo horno. Y lo distribuirán racionado, de tal manera que comerán pero no se saciarán.
27 »Si a pesar de esto todavía no me obedecen, sino que continúan oponiéndose a mí,
28 entonces yo también me pondré definitivamente en su contra. Siete veces los castigaré por sus pecados,
29 y tendrán que comerse la carne de sus hijos y de sus hijas.
30 Destruiré sus santuarios paganos, demoleré sus altares de incienso, y amontonaré sus cadáveres sobre las figuras sin vida de sus ídolos. Volcaré mi odio sobre ustedes;
31 convertiré en ruinas sus ciudades, y asolaré sus santuarios. No me complaceré más en el aroma de sus ofrendas, que me era grato.
32 De tal manera asolaré al país, que sus enemigos que vengan a ocuparlo quedarán atónitos.
33 Los dispersaré entre las naciones: desenvainaré la espada, y los perseguiré hasta dejar desolada su tierra, y en ruinas sus ciudades.
34 Entonces la tierra disfrutará de sus años sabáticos todo el tiempo que permanezca desolada, mientras ustedes vivan en el país de sus enemigos. Así la tierra descansará y disfrutará de sus sábados.
35 Mientras la tierra esté desolada, tendrá el descanso que no tuvo durante los años sabáticos en que ustedes la habitaron.
36 »En cuanto a los que sobrevivan, tan profundo será el temor que les infundiré en tierra de sus enemigos, que hasta el susurro de una hoja movida por el viento los pondrá en fuga. Correrán como quien huye de la espada, y caerán sin que nadie los persiga.
37 Como si huyeran de la espada, tropezarán unos con otros sin que nadie los persiga, y no podrán hacerles frente a sus enemigos.
38 Perecerán en medio de las naciones; el país de sus enemigos los devorará.
39 Aquellos de ustedes que sobrevivan serán abatidos en país enemigo, porque a sus pecados se añadirá el de sus padres.
40 »Pero si confiesan su maldad y la maldad de sus padres, y su traición y constante rebeldía contra mí,
41 las cuales me han obligado a enviarlos al país de sus enemigos, y si su obstinado corazón se humilla y reconoce su pecado,
42 entonces me acordaré de mi pacto con Jacob, Isaac y Abraham, y también me acordaré de la tierra.
43 Al abandonar ellos la tierra, esta disfrutará de sus sábados mientras permanezca deshabitada. Pero tendrán que reconocer sus pecados, por cuanto rechazaron mis preceptos y aborrecieron mis estatutos.
44 »A pesar de todo, y aunque estén en la tierra de sus enemigos, no los rechazaré ni los aborreceré hasta el punto de exterminarlos, ni romperé tampoco mi pacto con ellos. Yo soy el SEÑOR su Dios.
45 Antes bien, recordaré en su favor el pacto que hice con sus antepasados, a quienes, a la vista de las naciones, saqué de Egipto para ser su Dios. Yo soy el SEÑOR».
46 Estos son los estatutos, preceptos y leyes que, por medio de Moisés, estableció el SEÑOR en el monte Sinaí entre él y los israelitas.

Levítico 26:14-46 Meaning and Commentary

INTRODUCTION TO LEVITICUS 26

In this chapter, after a repetition of some laws against idolatry, and concerning keeping sabbaths, and reverencing the sanctuary of God, Le 26:1,2; in order to encourage the Israelites to keep the various statutes and commandments in this book, and in the preceding, many promises are made of plenty, and peace, and safety from enemies, and of the presence of God with them, Le 26:3-13; and on the contrary, to such as should despise and break his commandments, the most grievous things are threatened, as diseases of body, destruction by their enemies, barrenness and unfruitfulness of land, the sore judgments of wild beasts, famine, sword, and pestilence, Le 26:14-39; and yet after all, when they should confess their sins, and were humbled for them, the Lord promises to remember the covenant he made with their ancestors, and would deal kindly with them, and not cast them away, and utterly destroy them, Le 26:40-46.

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