Apocalipsis 6:7

7 Y cuando él abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto animal, que decía: Ven y ve.

Apocalipsis 6:7 Meaning and Commentary

Revelation 6:7

And when he had opened the fourth seal
Of the seven seals of the sealed book; that is, when the Lamb had opened it, or took it off, as in ( Revelation 6:1 ) ;

I heard the voice of the fourth beast say, come and see;
this living creature was that which was like an eagle, and was on the north side of the throne, answerable to the standard of Dan, which was on the north of the camp of Israel, and had the figure of an eagle upon it; and the opening of this seal begins with Maximinus the Roman emperor, who came from Thrace, far north. This living creature was not James, the brother of our Lord, who had been dead long ago, as Grotius imagines; nor Cyprian, as Brightman thinks, though he lived under this seal; but the ministers of the Gospel in general in the times referred to are intended: and it may denote some decline in the Gospel ministry, that they had not the courage and strength of the lion, as the first Gospel preachers; nor the patience and laboriousness of the ox, the next set of ministers; nor the solidity and prudence of the man, the ministers that followed them; and yet they retained some degree of light and knowledge, sagacity and penetration, and contempt of the world, signified by the eagle; these invite John in a visionary way to come and see the following hieroglyphic.

Apocalipsis 6:7 In-Context

5 Y cuando él abrió el tercer sello, oí al tercer animal, que decía: Ven y ve. Y miré, y he aquí un caballo negro: y el que estaba sentado encima de él, tenía un peso en su mano.

6 Y oí una voz en medio de los cuatro animales, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario: y no hagas daño al vino ni al aceite.

7 Y cuando él abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto animal, que decía: Ven y ve.

8 Y miré, y he aquí un caballo amarillo: y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte; y el infierno le seguía: y le fué dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las bestias de la tierra.

9 Y cuando él abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos por la palabra de Dios y por el testimonio que ellos tenían.