Éxodo 9:10

10 Y tomaron la ceniza del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y vino una sarna que echaba vejigas, así en los hombres como en las bestias.

Éxodo 9:10 Meaning and Commentary

Exodus 9:10

And they took ashes of the furnace
Which was near at hand, perhaps in Pharaoh's kitchen: and stood before Pharaoh;
not in his palace, or in any covered room, but in some place open to the heaven, a courtyard or garden adjoining to the palace: and Moses sprinkled it up towards heaven; cast it up in the air; this being again ascribed to Moses, seems to confirm the notion of those who think he only did it; but, for the reasons before given, both may be thought to be concerned: and it became a boil breaking forth with blains, upon man, and upon
beast;
these failing down in the manner before described, on whomsoever they lighted, whether man or beast, produced sore boils and inflammations, and raised blisters and blotches; and hence arose those lying scandalous stories of the Israelites being a scabby people, and of their being driven out of Egypt on that account, affirmed by Manetho, Lysimachus, Diodorus Siculus, Tacitus, Justin, and others; (See Gill on Exodus 4:6) with this plague the first vial poured forth on mystical Egypt, or antichrist, has some agreement, ( Revelation 16:2 ) .

Éxodo 9:10 In-Context

8 Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: Tomad vuestros puños llenos de la ceniza de un horno, y espárzala Moisés hacia el cielo delante del Faraón.

9 Y vendrá a ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, el cual originará sarna que eche vejigas apostemadas en los hombres y en las bestias, por toda la tierra de Egipto.

10 Y tomaron la ceniza del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y vino una sarna que echaba vejigas, así en los hombres como en las bestias.

11 Hasta que los magos no podían estar delante de Moisés a causa de la sarna, porque hubo sarna en los magos y en todos los egipcios.

12 Y el SEÑOR endureció el corazón del Faraón, y no los oyó, como el SEÑOR lo había dicho a Moisés.