33
            
Y habló el SEÑOR a Moisés y a Aarón, diciendo
      
 
      
            
              34
            
Cuando hubieres entrado en la tierra de Canaán, la cual yo os doy en posesión, y pusiere 
yo plaga de lepra en 
alguna casa de la tierra de vuestra posesión
      
 
      
            
              35
            
vendrá aquel de quien fuere la casa, y dará aviso al sacerdote, diciendo: 
Algo como plaga ha aparecido en mi casa
      
 
      
            
              36
            
Entonces mandará el sacerdote, y desocuparán la casa antes que el sacerdote entre a mirar la plaga, para que no sea contaminado todo lo que estuviere en la casa; y después el sacerdote entrará a reconocer la casa
      
 
      
            
              37
            
Y mirará la plaga; y si se ve la plaga en las paredes de la casa con manchas verdosas, profundas o bermejas, las cuales parecieren más hundidas que la pared
      
 
      
            
              38
            
el sacerdote saldrá de la casa a la puerta de ella, y cerrará la casa por siete días
      
 
      
            
              39
            
Y al séptimo día volverá el sacerdote, y mirará; y si la plaga hubiere crecido en las paredes de la casa
      
 
      
            
              40
            
entonces mandará el sacerdote, y arrancarán las piedras en que estuviere la plaga, y las echarán fuera de la ciudad, en 
un lugar inmundo
      
 
      
            
              41
            
y hará raspar todo el interior de la casa, y derramarán el polvo que raspen fuera de la ciudad en 
un lugar inmundo
      
 
      
            
              42
            
y tomarán otras piedras, y las pondrán en el lugar de las piedras 
quitadas; y tomarán otra mezcla, y recubrirán la casa
      
 
      
            
              43
            
Y si la plaga volviere a reverdecer en aquella casa, después que hizo arrancar las piedras, y raspar la casa, y después que fue recubierta
      
 
      
            
              44
            
entonces el sacerdote entrará y mirará; y si pareciere haberse extendido la plaga en la casa, lepra roedora está en la 
tal casa: inmunda es
      
 
      
            
              45
            
Entonces derribará la casa, sus piedras, y sus maderos, y toda la mezcla de la casa; y lo sacará fuera 
todo de la ciudad a un lugar inmundo
      
 
      
            
              46
            
Y cualquiera que entrare en aquella casa todos los días que la mandó cerrar, será inmundo hasta la tarde
      
 
      
            
              47
            
Y el que durmiere en aquella casa, lavará sus vestidos; también el que comiere en la casa, lavará sus vestidos
      
 
      
            
              48
            
Mas si entrare el sacerdote y mirare, y viere que la plaga no se ha extendido en la casa después que fue recubierta, el sacerdote dará la casa por limpia, porque la plaga ha sanado
      
 
      
            
              49
            
Entonces tomará para remover el pecado de la casa dos avecillas, y palo de cedro, y grana, e hisopo
      
 
      
            
              50
            
y degollará una avecilla en un vaso de barro sobre aguas vivas
      
 
      
            
              51
            
y tomará el palo de cedro, y el hisopo, y la grana, y la avecilla viva, y lo mojará 
todo en la sangre de la avecilla muerta y en las aguas vivas, y rociará la casa siete veces
      
 
      
            
              52
            
Y removerá el pecado de la casa con la sangre de la avecilla, y con las aguas vivas, y con la avecilla viva, y el palo de cedro, y el hisopo, y la grana
      
 
      
            
              53
            
Luego soltará la avecilla viva fuera de la ciudad sobre la faz del campo; y 
así reconciliará la casa, y será limpia
      
 
      
            
              54
            
Esta 
es la ley acerca de toda plaga de lepra, y de tiña
      
 
      
            
              55
            
y de la lepra del vestido, y de la casa
      
 
      
            
              56
            
y 
acerca de la hinchazón, y de la postilla, y de la mancha blanca
      
 
      
            
              57
            
para enseñar cuándo es inmundo, y cuándo es limpio. Esta 
es la ley de la lepra