15
Por lo tanto, el rey no prestó atención al pueblo. Este giro en la historia ocurrió por voluntad de Dios, porque cumplÃa el mensaje que el Señor le habÃa dado a Jeroboam, hijo de Nabat, por medio del profeta AhÃas de Silo.
16
Cuando todos los israelitas se dieron cuenta de que el rey no iba a hacerles caso, respondieron: «¡Abajo la dinastÃa de David! No nos interesa para nada el hijo de IsaÃ. ¡Regresa a tu casa, Israel! Y tú, David, ¡cuida de tu propia casa!». Entonces el pueblo de Israel regresó a casa;