35
Esa noche el ángel del Señor fue al campamento asirio y mató a 185.000 soldados. Cuando los asirios que sobrevivieron se despertaron a la mañana siguiente, encontraron cadáveres por todas partes.
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Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantĂł campamento y regresĂł a su propia tierra. VolviĂł a NĂnive, la capital del reino, y allĂ se quedĂł.