Éxodo 12:30

30 Entonces el faraón, sus funcionarios y todo el pueblo de Egipto se despertaron durante la noche, y se oyó un lamento desgarrador por toda la tierra de Egipto. No había ni una sola casa donde alguien no hubiera muerto.

Éxodo 12:30 Meaning and Commentary

Exodus 12:30

And Pharaoh rose up in the night
Being awakened by the uncommon noise he heard:

he and all his servants, and all the Egyptians;
he and his nobles, and ministers of state, courtiers, and counsellors, and his subjects in common, perhaps everywhere in his kingdom, but particularly in the metropolis:

and there was a great cry in Egypt;
throughout the whole land, the firstborn being everywhere slain, which caused a most dreadful lamentation of parents for their eldest son, of brethren and sisters for their elder brother, and of servants and maidens for the principal and heir of the family; a cry so loud and general as perhaps was never heard before or since, and under which distress they could have no relief, or any to be their comforter, since all were in the same circumstances: for there was not a house wherein there was not one dead; for if there was no firstborn in it, as it can hardly be thought there should be in every house, though some have been of opinion that it was so ordered in Providence that there should; yet the principal or most considerable person in the family, that is next to the master, might be called the firstborn, as Jarchi notes from ( Psalms 89:27 ) . Though this may be taken as an hyperbolical expression, or, as Aben Ezra observes, it being usual with the Scripture to say that of all, which is true of the greatest part.

Éxodo 12:30 In-Context

28 Así que el pueblo de Israel hizo tal como el Señor
había ordenado por medio de Moisés y Aarón.

29 Esa medianoche, el Señor
hirió de muerte a todos los primeros hijos varones de la tierra de Egipto, desde el hijo mayor del faraón, el que se sentaba en su trono, hasta el hijo mayor del preso en el calabozo. Incluso mató a las primeras crías de todos sus animales.

30 Entonces el faraón, sus funcionarios y todo el pueblo de Egipto se despertaron durante la noche, y se oyó un lamento desgarrador por toda la tierra de Egipto. No había ni una sola casa donde alguien no hubiera muerto.

31 El éxodo de Israel de Egipto
Esa noche el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo a gritos: «¡Lárguense! ¡Váyanse! ¡Dejen en paz a mi pueblo —les ordenó— y llévense a todos los demás israelitas con ustedes! Vayan y adoren al Señor
como han pedido.

32 Llévense sus rebaños y sus manadas, como dijeron, y márchense ya. Váyanse, pero bendíganme al salir».