11
Nosotros creemos que todos somos salvos de la misma manera, por la gracia no merecida que proviene del Señor Jesús».
12
Todos escucharon en silencio mientras Bernabé y Pablo les contaron de las señales milagrosas y maravillas que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles.
13
Cuando terminaron, Santiago se puso de pie y dijo: «Hermanos, escúchenme.
14
Pedro les ha contado de cuando Dios visitó por primera vez a los gentiles para tomar de entre ellos un pueblo para sí mismo.
15
Y la conversión de los gentiles es precisamente lo que los profetas predijeron. Como está escrito:
16
“Después yo volveré y restauraré la casa caída de David. Reconstruiré sus ruinas y la restauraré,
17
para que el resto de la humanidad busque al Señor , incluidos todos los gentiles, todos los que he llamado para que sean míos. El Señor ha hablado,
18
Aquel que hizo que estas cosas se dieran a conocer desde hace mucho” .
19
»Y mi opinión entonces es que no debemos ponerles obstáculos a los gentiles que se convierten a Dios.
20
Al contrario, deberíamos escribirles y decirles que se abstengan de comer alimentos ofrecidos a ídolos, de inmoralidad sexual, de comer carne de animales estrangulados y de consumir sangre.
21
Pues esas leyes de Moisés se han predicado todos los días de descanso en las sinagogas judías de cada ciudad durante muchas generaciones».