8
Pedro, lleno del EspĂritu Santo, les respondiĂł:—Gobernantes del pueblo y ancianos:
9
Hoy se nos procesa por haber favorecido a un inválido, ¡y se nos pregunta cómo fue sanado!
10
Sepan, pues, todos ustedes y todo el pueblo de Israel que este hombre está aquà delante de ustedes, sano gracias al nombre de Jesucristo de Nazaret, crucificado por ustedes pero resucitado por Dios.
11
Jesucristo es“la piedra que desecharon ustedes los constructores,y que ha llegado a ser la piedra angular”.[a]
12
De hecho, en ningĂşn otro hay salvaciĂłn, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.