1 Cuando Jesús terminó de orar, salió con sus discÃpulos y cruzó el arroyo de Cedrón. Al otro lado habÃa un huerto en el que entró con sus discÃpulos.
3
Asà que Judas llegó al huerto, a la cabeza de un destacamento[a] de soldados y guardias de los jefes de los sacerdotes y de los fariseos. Llevaban antorchas, lámparas y armas.
8
—Ya les dije que yo soy. Si es a mà a quien buscan, dejen que estos se vayan.
9
Esto sucedió para que se cumpliera lo que habÃa dicho: «De los que me diste ninguno se perdió».[b]
10
Simón Pedro, que tenÃa una espada, la desenfundó e hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. (El siervo se llamaba Malco.)
11
—¡Vuelve esa espada a su funda! —le ordenó Jesús a Pedro—. ¿Acaso no he de beber el trago amargo que el Padre me da a beber?