1
ENTONCES Pablo, poniendo los ojos en el concilio, dice: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he conversado delante de Dios hasta el dÃa de hoy.
3
Entonces Pablo le dijo: Herirte ha Dios, pared blanqueada: ¿y estás tú sentado para juzgarme conforme á la ley, y contra la ley me mandas herir?
4
Y los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios maldices
5
Y Pablo dijo: No sabÃa, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: Al prÃncipe de tu pueblo no maldecirás.
6
Entonces Pablo, sabiendo que la una parte era de Saduceos, y la otra de Fariseos, clamó en el concilio: Varones hermanos, yo soy Fariseo, hijo de Fariseo: de la esperanza y de la resurrección de los muertos soy yo juzgado.