7
Y dijo el SEÑOR: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que
está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; por lo cual
yo he entendido sus dolores.
8
Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios;
yo los sacaré de aquella tierra a
una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo, y del jebuseo.
9
El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido ahora delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.
10
Ven por tanto ahora, y te enviaré al Faraón, para que saques
a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.
11
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién
soy yo, para que vaya al Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
12
Y
él le respondió: Porque
yo seré contigo; y esto te
será por señal de que yo te he enviado: luego que hubieres sacado este pueblo de Egipto, serviréis a Dios sobre este monte.
13
Y dijo Moisés a Dios: He aquí
que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; y si ellos me preguntan: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?
14
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY El que Soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY (
YHWH ) me ha enviado a vosotros.
15
Y dijo más Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi Nombre para siempre, y este
es mi memorial por todos los siglos.
16
Ve, y junta los ancianos de Israel, y diles: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob,
se me apareció, diciendo: De cierto os he visitado, y
visto lo que se os hace en Egipto;
17
y he dicho:
Yo os haré subir de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, y del heteo, y del amorreo, y del ferezeo, y del heveo, y del jebuseo, a
una tierra que fluye leche y miel.