27
Y a la dedicaciĂłn del muro de JerusalĂ©n buscaron a los levitas de todos sus lugares, para traerlos a JerusalĂ©n, para hacer la dedicaciĂłn y la fiesta con alabanzas y con cánticos, con cĂmbalos, salterios y cĂtaras.
28
Y fueron reunidos los hijos de los cantores, asà de la campiña alrededor de Jerusalén como de las aldeas de Netofati;
29
y de la casa de Gilgal, y de los campos de Geba, y de Azmavet; porque los cantores se habĂan edificado aldeas alrededor de JerusalĂ©n.
30
Y se purificaron los sacerdotes y los levitas; y purificaron al pueblo, y las puertas, y el muro.
31
Hice
luego subir a los prĂncipes de Judá sobre el muro, y puse dos coros grandes
que fueron en procesiĂłn;
el uno a la mano derecha sobre el muro hacia la puerta del Muladar.
32
E iba tras de ellos OsaĂas, y la mitad de los prĂncipes de Judá,
33
y AzarĂas, Esdras y Mesulam,
34
Judá y BenjamĂn, y SemaĂas, y JeremĂas;
35
y de los hijos de los sacerdotes
iban con trompetas: ZacarĂas hijo de Jonatán, hijo de SemaĂas, hijo de MatanĂas, hijo de MicaĂas, hijo de Zacur, hijo de Asaf;
36
y sus hermanos SemaĂas y Azarael, Milalai, Gilalai, Maai, Natanael, Judá
y Hanani, con los instrumentos musicales de David varĂłn de Dios; y Esdras escriba, delante de ellos.
37
Y a la puerta de la Fuente, y delante de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas al oriente.
38
Y el segundo coro iba del lado opuesto, y yo en pos de él, con la mitad del pueblo sobre el muro, desde la torre de los Hornos hasta el muro ancho;
39
y desde la puerta de EfraĂn hasta la puerta vieja, y a la puerta de los Peces, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y pararon en la puerta de la Guarda.
40
Pararon
luego los dos coros en la Casa de Dios; y yo, y la mitad de los magistrados conmigo;
41
y los sacerdotes, Eliacim, MaaseĂas, MiniamĂn, MicaĂas, Elioenai, ZacarĂas, y HananĂas, con trompetas;
42
y MaasĂas, y SemaĂas, y Eleazar, y Uzi, y Johanán, y MalquĂas, y Elam, y Ezer. Y los cantores cantaban alto, e IzrahĂas era el prefecto.
43
Y sacrificaron aquel dĂa gran
nĂşmero de vĂctimas, e hicieron alegrĂas; porque Dios los habĂa alegrado con gran gozo; se alegraron tambiĂ©n las mujeres y los niños; y el alborozo de JerusalĂ©n fue oĂdo de lejos.