31
Alégrense los cielos y regocíjese la tierra; y digan entre las naciones: El SEÑOR reina.
32
Ruja el mar y cuanto contiene; regocíjese el campo y todo lo que en él hay.
33
Entonces los árboles del bosque cantarán con gozo delante del SEÑOR; porque viene a juzgar la tierra.
34
Dad gracias al SEÑOR, porque El es bueno; porque para siempre es su misericordia.
35
Entonces decid: Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación, y júntanos y líbranos de las naciones, para que demos gracias a tu santo nombre, y nos gloriemos en tu alabanza.