1 Reyes 13:6

6 El rey respondió, y dijo al hombre de Dios: Te ruego que supliques al SEÑOR tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada. El hombre de Dios suplicó al SEÑOR y la mano del rey le fue restaurada, y quedó como antes.

1 Reyes 13:6 Meaning and Commentary

1 Kings 13:6

And the king answered and said unto the man of God
In another tone than when he bid the people lay hold on him; not in a haughty, but humble manner; not as threatening, but supplicating:

entreat now the face of the Lord thy God;
he does not say "my God", for he had apostatized from him, and served other gods, but "thy" God, whose prophet he was, and who had an interest in him, as clearly appeared by what he had said and done by him;

and pray for me, that my hand may be restored me again;
not that the anger of God might be turned away from him, and he enjoy the divine favour, and have an application of pardoning grace made to him, only to have this outward mercy, this temporal favour restored to him, the use of his hand:

and the man of God besought the Lord;
not rendering evil for evil; but being of a forgiving spirit, though the king had stretched out his hand against him, he lifted up his hands to heaven for him:

and the king's hand was restored again, and became as it was before;
which was another instance of divine power, and a further proof of the prophet's divine mission; from whence it might be concluded, that what he had prophesied of would be fulfilled, and was an instance also of divine goodness to the king, which should have led him to repentance, but did not.

1 Reyes 13:6 In-Context

4 Y aconteció que cuando el rey oyó la palabra que el hombre de Dios había clamado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar, diciendo: ¡Prendedlo! Pero la mano que extendió contra él se secó, de modo que no podía volverla hacia sí.

5 Y el altar se rompió y las cenizas se derramaron del altar, conforme a la señal que el hombre de Dios había dado por palabra del SEÑOR.

6 El rey respondió, y dijo al hombre de Dios: Te ruego que supliques al SEÑOR tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada. El hombre de Dios suplicó al SEÑOR y la mano del rey le fue restaurada, y quedó como antes.

7 Entonces el rey dijo al hombre de Dios: Ven conmigo a casa y refréscate, y te daré una recompensa.

8 Pero el hombre de Dios dijo al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa no iría contigo, y no comería pan ni bebería agua en este lugar.