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Después de esto, sabiendo Jesús que todo se había ya consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo<***>: Tengo sed.
      
 
      
            
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Había allí una vasija llena de vinagre; colocaron, pues, una esponja empapada del vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron a la boca.
      
 
      
            
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Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
      
 
      
            
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Los judíos entonces, como era el día de preparación para la Pascua, a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo (porque ese día de reposo era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran.
      
 
      
            
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Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y también las del otro que había sido crucificado con Jesús;
      
 
      
            
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pero cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas;
      
 
      
            
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pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua.
      
 
      
            
              35
            
Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que vosotros también creáis.
      
 
      
            
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Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: NO SERA QUEBRADO HUESO SUYO.
      
 
      
            
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Y también otra Escritura dice: MIRARAN AL QUE TRASPASARON.
      
 
      
            
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Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato concedió el permiso. Entonces él vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.
      
 
      
            
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Y Nicodemo, el que antes había venido a Jesús de noche, vino también, trayendo una mezcla de mirra y áloe como de cien libras.
      
 
      
            
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Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en telas de lino con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar entre los judíos.
      
 
      
            
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En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual todavía no habían sepultado a nadie.
      
 
      
            
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Por tanto, por causa del día de la preparación de los judíos, como el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.