10
Tiempo después, el rey Roboam los reemplazó con escudos de bronce y los confió al cuidado de los comandantes de la guardia, quienes protegían la entrada del palacio real.
8
pero serán súbditos de Sisac, para que conozcan la diferencia entre servirme a mí y servir a los gobernantes terrenales».
9
Entonces el rey Sisac de Egipto subió y atacó Jerusalén. Saqueó los tesoros del templo del Señor y del palacio real; robó todo, incluso los escudos de oro que Salomón había hecho.
10
Tiempo después, el rey Roboam los reemplazó con escudos de bronce y los confió al cuidado de los comandantes de la guardia, quienes protegían la entrada del palacio real.
11
Cada vez que el rey iba al templo del Señor , los guardias llevaban los escudos y luego los devolvían al cuarto de guardia.
12
Como Roboam se humilló, se apartó el enojo del Señor y no lo destruyó por completo. Aún quedaban algunas cosas buenas en la tierra de Judá.