12
Mientras tanto, el mensajero que había ido a buscar a Micaías le dijo: —Mira, todos los profetas le prometen victoria al rey. Ponte tú también de acuerdo con ellos y asegúrale que saldrá vencedor.
10
Uno de los profetas llamado Sedequías, hijo de Quenaana, hizo unos cuernos de hierro y proclamó: —Esto dice el Señor : ¡Con estos cuernos cornearás a los arameos hasta matarlos!
11
Todos los demás profetas estaban de acuerdo. —Sí —decían—, sube a Ramot de Galaad y saldrás vencedor, porque ¡el Señor dará la victoria al rey!
12
Mientras tanto, el mensajero que había ido a buscar a Micaías le dijo: —Mira, todos los profetas le prometen victoria al rey. Ponte tú también de acuerdo con ellos y asegúrale que saldrá vencedor.
13
Pero Micaías respondió: —Tan cierto como que el Señor vive, solo diré lo que mi Dios diga.
14
Cuando Micaías se presentó ante el rey, Acab le preguntó: —Micaías, ¿debemos ir a pelear contra Ramot de Galaad, o debo desistir? Micaías le respondió con sarcasmo: —¡Sí, sube y saldrás vencedor, tendrás la victoria sobre ellos!